Además, solicitó una pena de tres años de prisión de ejecución condicional para otro de los acusados, imputado como partícipe secundario del mismo delito. Respecto de los otros dos jóvenes, quienes eran menores de edad al momento del hecho, requirió que sean declarados penalmente responsables y que su causa sea remitida a la justicia juvenil.
En la jornada de alegatos, la fiscal Penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Luján Sodero Calvet, solicitó a la jueza Mónica Faber de la Sala 5 del Tribunal de Juicio del distrito Centro, que uno de los hombres sea declarado culpable del delito de abuso sexual simple agravado por el número de partícipes y la participación de menor de dieciocho años en calidad de autor y se lo condene a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo.
Para otro de los hombres, la Fiscal solicitó tres años de prisión de ejecución condicional por ser partícipe secundario del mismo delito. En cuanto a los otros dos jóvenes, que eran menores de edad al momento del hecho, requirió que se los declare penalmente responsables y la remisión a la justicia juvenil.
Desde las 9 de este jueves, está prevista prevista la última palabra de los imputados y luego el veredicto.
El hecho juzgado ocurrió en enero de 2018 en Cafayate, cuando la denunciante se encontró con un amigo para tener un encuentro íntimo en un hostal. Según su testimonio, alrededor de las 6 de la mañana, el joven se retiró. Minutos más tarde, ingresó otro de los acusados, excompañero de secundaria de la denunciante, quien al momento de los hechos tenía 19 años. La joven relató que escuchó a otros jóvenes, a quienes identificó por sus voces, intentando ingresar a la habitación, haciendo comentarios inapropiados.
La denunciante aseguró que su excompañero la sometió a tocamientos. Aunque ella le pidió que se detuviera, el acusado la llevó al baño, intentando obligarla a realizar actos sexuales. En un momento en que la puerta se abrió, la joven logró huir hacia la vivienda donde se alojaba con sus amigas.
Asimismo, relató que inicialmente sintió mucha vergüenza por lo ocurrido, lo que la llevó a contárselo únicamente a una amiga. Sin embargo, afirmó que los involucrados comenzaron a hostigarla a través de redes sociales y a burlarse de ella en encuentros casuales en lugares públicos. Ante esta situación, decidió compartir su experiencia en una red social sin mencionar nombres. Esto generó reacciones de allegados a los acusados, quienes la desmintieron públicamente por la misma vía.
En diciembre de 2018, formalizó su denuncia, señalando al amigo que la encerró en la habitación como el organizador de los hechos. Al momento de los hechos, el amigo tenía 15 años de edad por lo que fue sobreseído por inimputabilidad.