El hombre era pareja de la madre de la niña. Una psicóloga animó a la víctima a denunciarlo años después.
El fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Pablo Rivero, llevó adelante la acusación contra un hombre de 44 años que fue condenado por la Sala 2 del Distrito Centro. En la audiencia de juicio, se le impuso una pena de 8 años de prisión de ejecución efectiva por abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia.
La actuación de la Fiscalía 4 de UDIS, inició a partir de la denuncia de la damnificada que señaló que su estado de salud se fue deteriorando, teniendo problemas de desmayos constantes y que tras muchos estudios, nunca se encontró una causa física que lo justifique. Esto, hasta que comenzó a ir a la psicóloga, a quien decidió contarle que hace aproximadamente una década, cuando contaba con nueve años de edad, había sido abusada sexualmente por la pareja de su madre. La profesional fue quien le insistió que se lo revele a su madre y que haga la correspondiente denuncia.
La mujer también relató ante la Fiscalía que el acusado en los últimos años y hasta la fecha, incesantemente le enviaba mensajes de texto a sus redes sociales en todo horario y, teniendo en consideración los actos cometidos contra su persona anteriormente, notaba una evidente intención de vulnerar su integridad sexual, siendo estos mensajes con connotaciones románticas, manipuladoras e inapropiadas.
El representante del Ministerio Público Fiscal destacó en la acusación, que la culpabilidad del acusado se basa principalmente en las declaraciones de la víctima, las cuales coinciden con los resultados de la evaluación psicológica realizada. Esta pericia no reveló indicios de falsedad, fabulación o alteraciones psicopatológicas en la percepción de la realidad de la víctima, sino que identificó indicadores psíquicos compatibles con experiencias traumáticas, incluidas aquellas vivencias pertenecientes al ámbito sexual.