Un hombre de 57 años fue condenado ayer a la pena de 25 años de prisión de cumplimiento efectivo por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia en concurso real en perjuicio de su hija y de su nieta. Ocurrió en Rosario de la Frontera.
El fiscal penal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra, representó al Ministerio Público ante la Sala II del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial de Metán en la audiencia de debate contra un hombre de 57 años de edad, imputado por hechos de abuso sexual en perjuicio de su hija, hoy mayor de edad, y de su nieta menor de edad.
En la audiencia se pudo conocer que la denuncia fue radicada por la hija del imputado al descubrir que su padre abusaba sexualmente de su hija menor de edad. La joven mujer luego amplió su denuncia y explicó que su padre había abusado sexualmente de ella desde su infancia hasta la adolescencia en forma continuada, aprovechando que su madre había abandonado el hogar.
Dijo que no había denunciado antes estos hechos por temor, ya que el hombre la mantenía amenazada y que producto de estos abusos fue que a los 14 años tuvo su hija. A partir de este momento la joven se fue de su hogar, formó una familia y los abusos cesaron. Explicó que descubrió los abusos hacia su hija a partir de cambios en su comportamiento ya que se negaba a ir a la casa de su abuelo y cuando éste la venía a buscar, lloraba. Sintió sospechas ante esta situación e indagó a su hija, quien le confesó los hechos.
En los alegatos, López Ibarra solicitó la pena de 30 años para el imputado, quien finalmente fue condenado por el juez Ramón Haddad, a la pena de 25 años de prisión efectiva.