La víctima, de 15 años, contó que los abusos sucedían en su casa, cuando no había nadie. Comenzaron cuando tenía 11 años.
El fiscal Penal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 4, Pablo Rivero, representó al Ministerio Público Fiscal en el juicio por el que un hombre fue condenado a ocho años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.
El fiscal Rivero presentó todas las pruebas reunidas durante la investigación penal y que fueron determinantes para que el acusado fuera hallado culpable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la situación de convivencia preexistente con menor de 18 años.
La intervención de la UDIS 4 inició luego de que la madre de una adolescente de 15 años denunciara que, luego de dos intentos de quitarse la vida, su hija le había contado que su tío había abusado sexualmente de ella.
En Circuito Cerrado de Televisión, la víctima ratificó lo denunciado y manifestó que los abusos habían comenzado cuando tenía once años y sucedieron en reiteradas oportunidades en circunstancias en que su madre y abuela no se encontraban en la residencia en la que todos convivían.
Teniendo en cuenta los informes médicos, psicológicos y el testimonio de la víctima y de otros miembros de la familia, el fiscal Rivero requirió que el hombre fuera juzgado por el abuso sexual de su sobrina, instancia que concluyó ayer con la condena del hombre en la Sala 7 del Tribunal de Juicio, a cargo de la jueza Paola Marocco.
