En la primera jornada de la audiencia debate, la víctima contó que excompañeros de su colegio, la habían encerrado en la habitación de un hostal y vulnerado su integridad sexual. Un quinto participante fue sobreseído por inimputabilidad ya que tenía 15 años al momento del hecho.
Hasta el 19 de noviembre, en la Sala 5 del Tribunal de Juicio, a cargo de la jueza Mónica Faber, se desarrolla el juicio contra cuatro jóvenes acusados por el abuso sexual de una joven, ocurrido en enero de 2018, en Cafayate.
La fiscal Penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Luján Sodero Calvet, acusa a dos hombres de abuso sexual simple agravado por el número de partícipes y la participación de menor de dieciocho años; y a otros dos, de abuso sexual simple agravado por el número de partícipes. Uno de los hombres, solicitó declarar y brindó su versión de los hechos. Los otros tres acusados optaron por no prestar testimonio en la primera jornada del juicio.
Por su parte la víctima, ratificó lo denunciado a través de redes sociales en diciembre de 2018. Relató que, en el momento de los hechos, había acordado encontrarse con un amigo en un hostal en Cafayate. Ambos compartieron una habitación ubicada en la parte trasera del establecimiento.
Según su testimonio, alrededor de las 6 de la mañana, el joven se retiró, cerrando la puerta con llave desde afuera. Minutos más tarde, ingresó otro de los acusados, excompañero de secundaria de la denunciante, quien al momento de los hechos tenía 19 años. La joven relató que escuchó a otros jóvenes, a quienes identificó por sus voces, intentando entrar y haciendo comentarios inapropiados.
La denunciante aseguró que su excompañero la sometió a tocamientos. Aunque ella le pidió que se detuviera, el acusado la habría llevado al baño, intentando obligarla a realizar actos sexuales.
En un momento en que la puerta se abrió, la joven logró huir hacia la vivienda donde se alojaba con sus amigas. Explicó que, debido a la vergüenza, solo compartió lo ocurrido con una de ellas.
Agregó ademas, que algunos de los involucrados comenzaron a hostigarla a través de redes sociales y a burlarse de ella cuando coincidían en lugares públicos.
Finalmente, decidió hacer pública su experiencia en una red social, sin mencionar nombres, lo cual generó respuestas de amigos de los acusados, quienes la desmintieron por el mismo medio. En diciembre de 2018, la denunciante formalizó su acusación, en la que atribuyó al amigo que la encerró en la habitación, el rol de organizador.
Al momento de los hechos, el amigo tenía 15 años de edad por lo que fue sobreseído por inimputabilidad.
