Dos peligrosos delincuentes, uno de ellos menor de edad, serán llevados a juicio a partir de un requerimiento solicitado por la fiscalía penal 5. Los acusados cayeron presos en marzo pasado, cuando atacaron a una joven en inmediaciones de la calle Urquiza al 1900.
La acusación penal contra estos dos sujetos es impulsada por la fiscal penal, Gabriela Buabse, quien el 21 de abril pasado planteó a la jueza de garantías 6, Sandra Espeche, el enjuiciamiento de Cristián Exequiel Roldán, de 19 años y de un menor, por el delito de robo calificado por el uso de arma y la participación de un menor, en grado de tentativa.
Roldán y su cómplice menor de edad, según el pedido de juicio elevado por la fiscalía, atacaron a una joven, Silvana Tessore, el 11 de marzo pasado, en horas de la tarde, y cuando caminaba por la calle Urquiza al 1.900, rumbo a un puesto de recarga de la tarjeta de colectivo SAETA.
La joven, en sus denuncia, relató que a la altura de Urquiza y Talcahuano advirtió la presencia de dos sujetos, pero igualmente siguió en dirección al puesto de recarga. A los pocos metros, sin embargo, uno de los delincuentes la alcanzó desde atrás y le tironeó un bolso que llevaba.
Cuando Tessore se dio vuelta el asaltante insistía para que entregara el bolso a la vez que esgrimía un trozo de vidrio, especie de punta, con el cual hacía ademanes para agredirla. La joven contó que intentó resistirse, pero de pronto apareció el otro asaltante, le arrebató el bolso y ambos huyeron.
Tessore cayó al suelo, oportunidad en que otro muchacho que fue testigo del atraco salió en persecución de los asaltantes. A las pocas cuadras, en San Martín y Moldes, el joven logró demorar a uno de los delincuentes, mientras que el otro fue capturado por una patrulla policial que había sido alertada por vecinos.
Al requisar a Roldán, los policías secuestraron un trozo de vidrio, el cual tenía una cubierta de plástico en uno de sus extremos. Con esta especie de “punta”, los asaltantes atacaban a sus víctimas en busca de amedrentarlas para apoderarse de sus pertenencias.
Tras la detención, la fiscalía reunió varios elementos de pruebas, entre ellos la declaración testimonial de testigos del hecho, secuestro de los elementos robados, la descripción y reconocimiento de los acusados, entre otros.
Cumplidos los pasos procesales, entre ellos la audiencia de imputación de los dos acusados, la fiscalía solicitó la remisión de la causa a juicio, pues consideró que existen suficientes elementos para juzgar a los dos acusados por el delito de robo calificado, pena que tiene una pena máxima de 15 años de prisión.