Un docente secundario fue condenado por estupro agravado tras la denuncia de la madre de una menor que era alumna suya y que descubrió que este hombre, aprovechando la confianza de la menor, logró entablar un “vínculo sentimental” con ella. Hubo otros casos pero solo esta madre decidió llevarlo a la Justicia.
En juicio unipersonal, la jueza de la Sala V del Tribunal de Juicio, Mónica Faber, condenó a Roberto Rufino Tapia a la pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de estupro agravado e hizo lugar a la medida cautelar solicitada por la fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, María Luján Sodero y ordenó la inmediata detención del imputado, medida que se hará efectiva en la modalidad de prisión domiciliaria.
Este docente desempeñaba tareas en una institución educativa de Cachi, y fue denunciado por la madre de una alumna que descubrió que, aprovechando la confianza y proximidad con las menores de edad, se vinculaba con ellas y establecía relaciones de intimidad. Una vez que se puso en evidencia el accionar del educador, desde el Ministerio de Educación de la Provincia se lo separó del cargo.