Un oficial, tres cabos y cuatro agentes, todos de la Guardia de Infantería 5, de Joaquín V. González, deberán responder en juicio por el delito de “vejaciones agravadas”, delito imputado por la Fiscalía de Derechos Humanos en el marco de una causa penal abierta por agredir y disparar con paintball a un grupo de transeúntes, entre los que se hallaban tres policías.
La acusación penal en contra de los ocho policías pertenecientes a la Guardia de Infantería 5, con asiento en la localidad e Joaquín V. González se inició a partir de un incidente ocurrido el 2 de abril pasado en un kiosco ubicado en la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, dicha localidad.
En ese lugar, aproximadamente desde las 20.30, se hallaba reunidos jugadores de un equipo de fútbol de la Liga de Veteranos, quienes momentos antes habían jugado en la cancha denominada Boca de Lobo, ubicada a pocas cuadras, frente al anfiteatro de esa ciudad.
Según la denuncia del sargento, José Ocaranza, tras el partido se junto con sus compañeros, el suboficial mayor, Ubaldo Torres, el sargento, Carlos Pérez y el agente, Raúl Ramos a fin de compartir un refrigerio, del cual también participaron Juan Emilio Anrriquez y Antonio Ferando, éste último llegó en su vehículo particular.
Los tres efectivos, quienes se hallaban de franco de servicio, compartían dicho refrigerio en el kiosco, en la vía pública, cuando alrededor de las 23.30, el móvil 1474 de la Guardia de Infantería, comandado por el oficial auxiliar, Roque Maidana Teseyra, llegó al lugar para despejar la zona.
Según los denunciantes, el oficial y sus subalternos actuaron de manera agresiva, sin mediar palabras, circunstancias en que Ramos recibió golpes y resultó herido en su mano izquierda. E incluso hicieron disparos con municiones del tipo paintball, tanto a los que estaban en la vereda y a Ferando y Anrriquez, quienes se hallaban dentro del vehículo del primero de ellos.
Como consecuencia de este accionar, Anrriquez recibió un disparo a la altura de las costillas, mientras que Ocaranza fue baleado en la pierna izquierda, siendo todos subidos a los empujones al móvil de Infantería, en el cual lo trasladaron hasta la División de Infantería.
A partir de las denuncias de los policías Ocaranza y Ramos, entre otros, quienes afirmaron que en ningún momento opusieron resistencia, sino que los infantes actuaron de manera violenta a fuerza de golpes y disparos, la Fiscalía de derechos Humanos inició la investigación penal del caso.
A tal efecto, el fiscal, Gustavo Vilar Rey, abrió una causa penal por el delito de vejaciones agravadas y ordenó una serie de medidas de pruebas, entre ellas las declaraciones de testigos, recopilación de certificados médicos respecto a las lesiones denunciadas, toma fotográfica de los rastros de disparos realizados por los efectivos de Infantería.
Inusitada violencia
Al respecto, la fiscalía informó que existen claras coincidencias en las declaraciones de las víctimas, como así también se hallaron rastros de los impactos en el vehículo de Ferando, quien sostuvo que cuando los policías aparecieron se hallaba en su rodado con Anrriquez.
Relató que luego de ordenar a sus subalternos que arremetan contra las personas que se hallaba en la vereda, Teseyra se acercó hasta su vehículo y efectuó un disparo hacia dentro del rodado, oportunidad en que Anrriquez resultó herido. Dijo que este oficial actuó de manera desaprensiva.
Ramos, en tanto, también aportó detalles del violento episodio protagonizado por los infantes comandados por Teseyra. Sostuvo que cuando los efectivos subieron al móvil a sus amigos, intentó seguirlos en la motocicleta de otro testigo, pero uno de los acusados, el agente Palomino, lo derribó y le torció la muñeca izquierda, arrastrándolo luego hasta el móvil de Infantería.
A partir de estas declaraciones, y tras evaluar cada una de las pruebas realizadas, Vilar Rey resolvió en los últimos días remitir la causa a juicio al Juzgado de Garantías de la ciudad de Metán. En su pedido, la fiscalía solicitó formalmente el enjuiciamiento por “vejaciones agravadas” del oficial Teseyra; los cabos, Carlos Luna, Federico Campos y Miguel Velarde, como así también de los agentes, Luis Albornoz, Andrea Saravia, Guillermo Palomino y Facundo Castillo.
Por otra parte, el fiscal pidió el sobreseimiento de la cabo, Patricia Ceballos y el agente, Jorge Villalba Valens, ya que de las pesquisas realizadas por la fiscalía no surgen elementos de prueba en su contra, por lo que Vilar Rey dispuso solicitar que sean sobreseídos.