Seabord Energía Renovable y Alimentos S.R.L. mitigará los impactos ambientales derivados de la construcción del terraplén sobre el Río Blanco.
El Juzgado de Orán homologó un acuerdo fiscal por el cual Seabord Energía Renovable y Alimentos S.R.L. mitigará los impactos socioambientales derivados de la construcción del terraplén sobre el Río Blanco. El Instituto Nacional del Agua determinó los caudales ecológicos mínimos necesarios para asegurar la conservación de los ecosistemas en la cuenca hídrica afectada.
En 2022, la Fiscalía Civil, Comercial y Laboral a cargo de Marcela de los Ángeles Fernández logró un acuerdo con la empresa Seabord Energía Renovable y Alimentos S.R.L., que alcanza a los consorcistas Los Dos Ríos S.A. y Tuma S.A., para resolver un conflicto socioambiental derivado de la causa penal N° 49/22.
La empresa mayoritaria del consorcio asumió compromisos para mitigar los impactos causados por la construcción de un terraplén sobre el Río Blanco, utilizado para captar agua del Río Pescado, destinada al riego de plantaciones de caña de azúcar. Las concesiones de suministro de agua, autorizadas desde 1945 hasta 2006, generaron preocupaciones sobre el posible detrimento de la sub-cuenca del Río Blanco y Río Pescado inferior.
El proceso fue llevado adelante por la Jueza en lo Civil y Comercial N° 1 de Orán, Eugenia Fernández De Ulivarri, con la intervención del Centro de Mediación del Ministerio Público de Salta. Participaron la Consultora PACHA, representantes legales y jerárquicos de la empresa, y el Servicio Ambiente del Departamento Técnico Científico del CIF. También intervinieron funcionarios de la Fiscalía de Estado, Secretaría de Ambiente, Secretaría de Recursos Hídricos y Secretaría de Minería y Energía.
En la etapa final, se convocó al Instituto Nacional del Agua (INA) para determinar el Caudal Ecológico Mínimo del Río Blanco y Río Pescado, crucial para la subsistencia de los elementos ambientales. El INA estableció un caudal de 2,6 m³/s para el Río Blanco y 4,00 m³/s para el Río Pescado, valores avalados por PACHA, CIF y la Secretaría de Recursos Hídricos.
Con este nuevo valor de conservación, se espera que los ríos comiencen a reconfigurar su dinamización ecológica y mantengan su permanencia frente a los cambios climáticos.
