Gracias a la heroica reacción de una vecina que fue víctima de un violento robo en la vía pública, la policía logró detener a una peligrosa asaltante, que solía cometer sus atracos armada con una navaja, hecho por el cual fue imputada por el delito de tentativa de robo calificado.
Silvana Quipildor, de 28 años y domiciliada en Villa Asunción, fue imputada por la fiscal penal 5, Gabriela Buabse, por el violento atraco que perpetró el 14 de abril pasado en inmediaciones de la calle Francisco Castro y el pasaje Carlos Gardel, en Villa Los Sauces.
La víctima, una mujer e 38 años cuya identidad se mantiene en reserva, fue blanco de Quipildor, quien la atacó cuando caminaba por calle Castro en dirección a la parada del corredor 5, en horas de la mañana. En un momento dado, la ladrona le salió al cruce y simuló tener un cómplice.
“Agarrala”, gritó la asaltante a la vez que con una navaja redujo a su víctima, arrebatándole la cartera, en la cual llevaba la suma de tres mil pesos. Tras quedarse inmóvil, creída de que un cómplice de la mujer estaba parado a su espalda, la vecina se dio vuelta y descubrió que todo era una treta.
De inmediato, la mujer salió en persecución de la ladrona, quien corría por la misma calle Castro. Pese a que sus gritos en busca de ayuda no tuvieron una respuesta inmediata, la vecina logró darle alcance a la asaltante en la esquina del pasaje Carlos Gardel.
Allí, la mujer asaltada no se atemorizó por la navaja que portaba la ladrona y se trabó en lucha con la misma, yéndose al suelo ambas. Tras reincorporarse, un par de policías, que fueron alertados por los gritos de auxilio, aparecieron y rodearon a la delincuente.
Al verse acorralada, Quipildor amenazó a los policía e intentó simular un suicidio, poniéndose la navaja en el cuello, pero la maniobra no le resultó, ya que los policías lograron reducirla y desarmarla. Tras su detención, la fiscalía dio curso a una serie de diligencias complementarias a fin de reunir todas las pruebas del violento asalto.
Al día siguiente del hecho, Buabse calificó el delito como cometido en flagrancia, por lo que dio curso la causa como proceso sumarísimo, en busca de que el caso llegue rápidamente a juicio, pues la mujer imputada fue detenida apenas cometido el robo, como así también se le secuestró el botín robado y el arma utilizada para su propósito.